Episodio 30 de Stardust Crusaders.

Ya llevamos treinta semanas con Stardust Crusaders. 
Tras varios capítulos protagonizados por Jotaro, Iggy y Polnareff, ha llegado el turno de Joseph y Abdul, que pasarán momentos difíciles y bochornosos por culpa de una de las enemigas más sexies de toda la saga. Una chica con un gran magnetismo.

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Nos encontramos en otro lugar emblemático de Egipto, Luxor, la antigua ciudad de Tebas. En el anime podemos ver los colosos de Memnon, grandes esculturas sedentes muy deterioradas por las inclemencias del desierto y el paso de los siglos.

Allí es donde la secuaz de DIO tenderá una trampa a los protagonistas.
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Antes de los créditos, vemos a Kakyoin recuperándose rápidamente en el hospital gracias a la colaboración de los médicos de la Fundación Speedwagon. Esta escena sólo aparece en el anime. En mi opinión, si bien es bueno saber cómo le van las cosas, su aparición resta un poco de efecto al momento en que se reincorpore al grupo. En el manga, tras varios capítulos sin saber nada de él, nos alegra mucho más recibirle de nuevo, listo para continuar la aventura.

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Para variar, será Joseph y no Polnareff quien tenga un par de malas experiencias en los aseos.
La primera, cuando descubre los baños públicos del desierto, en que el calor se encarga de descomponer los desechos  y la arena, en lugar de agua, sirve para limpiarse.
El viejo Joestar decide aguantarse hasta llegar al hotel.

El otro disgusto se lo llevará cuando decida entrar en los servicios femeninos para buscar a su enemiga y encuentre en su lugar a una anciana muy fogosa.

 

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Y sólo Joseph, con su orígen británico, podía dejarnos sus mejores momentos "Oh, my God!" y "Holy Shit!" que son una de sus marcas de identidad.

Pero hablemos de la nueva rival de los Joestar y su stand.
Se llama Mariah (pronunciado "maráia") en honor a Mariah Carey, una de las voces más portentosas de los 90.

Esta misteriosa joven de cabello plateado, piel morena, larguísimas piernas, fumadora empedernida, representa la carta de la diosa Bastet, la de cabeza de gata. Deidad de la felicidad y la armonía. Suele llevar en la mano un sistro, un instrumento musical.

Mariah oculta su rostro bajo una capucha. No puede desvelar aún algunas de las peculiaridades de su caracter, ya que salen a relucir en el próximo episodio.
Personalmente, la encuentro más bella en el manga que en el anime.

Aunque han respetado el tamaño de su busto, en el anime le han puesto un escote un poco más recatado.  (Cuando dejan que se vea).

Su stand, Bastet, es automático. Es decir, una vez activado, su poseedor ya no tiene que hacer nada para que siga actuando. Tiene forma de toma de corriente con interruptor y se activa cuando la víctima, llevada por la curiosidad, lo toca. Entonces, el desdichado recibe una descarga y a partir de ese momento,  su cuerpo adquiere las propiedades magnéticas de un imán más y más potente a medida que pasa el tiempo. Primero se le adherirán pequeños objetos como chapas o imperdibles, pero poco a poco irá atrayendo de forma cada vez más violenta, objetos más grandes y pesados, con lo cual, su seguridad correrá un grave peligro.

Las consecuencias de este poder, a pesar de ser terribles, nos aportarán algunos de los momentos más divertidos de la serie.

En el universo de Jojo encontraremos otros dos stands magnéticos  muy terroríficos. Uno de ellos en la quinta parte (Metallica) y el otro en la séptima. (Tomb of the Boom)
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Este pobre carpintero herido con sus propios clavos cuando estos son atraídos por el magnetismo de Joseph, nos recuerda los efectos de Metallica, que no describiré aún por si no has leído Vento Aureo.
Aquí tienes la desagradable escena sin censura:

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Si algunos momentos picantes están un poco suavizados en el anime, sucede lo contrario con otros, como cuando Abdul tiene que sujetar una escultura metálica para evitar que se adhiera a Joseph. En la serie, el egipcio apoya las manos en los pechos de la figura.

Otros momentos picarones. Suceden por culpa de los adornos metálicos de las faldas de algunas mujeres del hotel. Joseph es inocente, pero se llevará unas cuantas broncas.

Las bellezas que ocupaban los aseos femeninos:

Para contrarrestar un poco, he aquí algunos de los momentos más sexies de Mariah.

 
 

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Como detalle sin importancia, pero curioso, volvemos a ver la marca "Coco Loca" que ya apareció en otra ocasión. ¿Sabrá a coco?

Joseph llega a correr un serio peligro en las escaleras mecánicas del hotel, sobre todo cuando se le enganchan unas cadenas que Mariah llevaba como adorno en su minifalda. Es evidente que esa era la intención de la joven.

Ni siquiera su Hermit Purple le saca del aprieto.

Por suerte, Abdul se encontraba cerca y logra presionar el interruptor de parada de emergencia cuando el viejo Joestar ya se veía a sí mismo muerto y en pedazos.

Pero sin saberlo, Abdul ha tocado a Bastet, que Mariah hizo aparecer muy cerca del botón de la escalera, con lo cual, él también comenzará a sufrir los efectos del malvado stand.

 

Y en esta situación tan difícil los dejamos cuando finaliza el episodio. Aún nos queda por ver lo más divertido. De momento, Polnareff y Jotaro no están al corriente de lo sucedido.

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Algunas escenas más: