Como ya es habitual en el blog, aquí tienes un resumen del capítulo de la semana y mis impresiones.
***NO MIRES LAS IMÁGENES NI SIGAS LEYENDO SI NO LO HAS VISTO AÚN***
Si quieres descargar la serie subtitulada en español, puedes encontrar enlaces en Shiroisora no Fansub
Empezaré comentando lo que menos me ha agradado.
Siento ser tan repetitiva en esto, pero no puedo dejar de quejarme de la pobrísima animación de la serie.
Nada más comenzar el episodio, nos encontramos con un primer plano fijo del joven Zeppeli que dura ¡casi diez segundos! y un cada vez mayor exceso de imágenes congeladas con algun leve efecto animado o que la cámara recorre para disimular la falta de movimiento.
Pero lo peor son las peleas. Tan rápidas que resultan confusas. Los golpes y movimientos se aprecian con dificultad.
No negaré que me hubiera gustado ver mucho mejor coreografiada esta preciosa patada de Zeppeli, por ejemplo...
... o cómo las cadenas de Tarkus lo atrapan de modo que veamos exactamente qué sucede en lugar de que nos lo tengan que contar para que lo entendamos.
Dejando lo menos positivo aparte, se trata de un episodio muy emotivo y triste, donde despedimos a uno de los personajes más interesantes de Phantom Blood.
En esta ocasión la trama sigue fielmente el manga, casi viñeta a viñeta, sin omitir ningun detalle ni avanzar más rápido de lo preciso.
La música de fondo resalta los momentos más dramáticos y épicos con bastante eficacia.
Mientras se dirige a su rival, los recuerdos de Zeppeli le llevan al Tíbet, donde veinte años atrás, entrenaba con su maestro Tonpeti.
El anciano le recomienda que deje su entrenamiento; le advierte que si aprende la técnica final, se pondrá en marcha la profecía que le augura una muerte terrible. Pero Zeppeli no sólo no renuncia a continuar su aprendizaje, si no que le pide a Tompeti que le desvele la profecía.
Ahora, en la sala donde la vida de Jonathan corre peligro, Zeppeli sabe que el mometo que su maestro le predijo ha llegado.
Y a pesar de sus esfuerzos y su dominio de la "hamon", Zeppeli es derrotado de manera brutal por Tarkus en un ataque doble que deja también moribundo a Jonathan ante la mirada aterrada de Speedwagon.
Zeppeli, mortalmente herido, hace un esfuerzo para ejecutar su técnica definitiva. Tomando la mano de Jojo, que yacía a su lado en el suelo, prácticamente muerto, le transmite con una explosión de luz, toda su energía vital.
El joven se levanta totalmente recuperado de sus heridas y con sus fuerzas multiplicadas.
Ante un Tarkus sorprendido, rompe las cadenas que le aprisionaban el cuello y destroza fácilmente a un enemigo que sólo unos minutos antes parecía invulnerable.
Y aquí llega el momento más duro del episodio.
Confieso que no he podido reprimir las lágrimas.
Zeppeli, horriblemente mutilado y envejecido tras haberle transferido su vitalidad a Jonathan, se despide de sus amigos, rogándoles que finalicen la labor que él no ha podido terminar: destruir la máscara de piedra y derrotar a Dio.
Jonathan, Speedwagon y Poko le rinden los últimos honores y se dirigen al pueblo, en búsqueda de Dio.
El vampiro ha transformado ya a buena parte de los habitantes del pueblo en siervos suyos.
Una de sus víctimas es una madre que ofrece su vida a cambio de la de su bebé si Dio promete no dañar al niño. Brando accede a las súplicas y no toca al pequeño, pero transforma en zombie a la madre, de modo que es ella misma, tras perder su humanidad, quien devora a su propio hijo.
Esta escena, que demuestra la hipocresía y la crueldad sin límites del vampiro, no es tan cruenta como en el manga, afortunadamente.
De camino al castillo donde se oculta Dio, los protagonistas se encuentran con un aldeano que resulta ser en realidad un zombie con una lengua monstruosa. Parece que Dio está jugando con sus víctimas, haciendo experimentos y fusiones con ellas y creando criaturas extrañas y letales.
Pero ahora que lleva consigo el legado de Zeppeli; su energía y sus conocimientos, Jonathan es mucho más poderoso y vence al monstruo con facilidad.
Tras el breve enfrentamiento con el zombie, Jonathan, Poko y Speedwagon vuelven a toparse con alguien. Pero esta vez, para variar, se trata de aliados.
Zeppeli, pensando que necesitaría refuerzos, había escrito a su maestro Tompeti y a sus antiguos condiscípulos, Dire y Straits.
Ahora están aquí dispuestos a ayudar a Jojo.
Al final del capítulo, mientras suenan los primeros acordes del ending, vemos a Dio rodeado de sus monstruos y a su nueva prisionera, la hermanita de Poko.
***********
Sin duda nos encontramos ya en la recta final de Phantom Blood. A punto de comenzar el quinto y último tomo, no preveo más de tres episodios para concluir esta primera parte de la saga.
***NO MIRES LAS IMÁGENES NI SIGAS LEYENDO SI NO LO HAS VISTO AÚN***
Si quieres descargar la serie subtitulada en español, puedes encontrar enlaces en Shiroisora no Fansub
o si lo prefieres en inglés: (Te recomiendo las versiones de Commie o Nutbladder)
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Empezaré comentando lo que menos me ha agradado.
Siento ser tan repetitiva en esto, pero no puedo dejar de quejarme de la pobrísima animación de la serie.
Nada más comenzar el episodio, nos encontramos con un primer plano fijo del joven Zeppeli que dura ¡casi diez segundos! y un cada vez mayor exceso de imágenes congeladas con algun leve efecto animado o que la cámara recorre para disimular la falta de movimiento.
Pero lo peor son las peleas. Tan rápidas que resultan confusas. Los golpes y movimientos se aprecian con dificultad.
No negaré que me hubiera gustado ver mucho mejor coreografiada esta preciosa patada de Zeppeli, por ejemplo...
... o cómo las cadenas de Tarkus lo atrapan de modo que veamos exactamente qué sucede en lugar de que nos lo tengan que contar para que lo entendamos.
Dejando lo menos positivo aparte, se trata de un episodio muy emotivo y triste, donde despedimos a uno de los personajes más interesantes de Phantom Blood.
En esta ocasión la trama sigue fielmente el manga, casi viñeta a viñeta, sin omitir ningun detalle ni avanzar más rápido de lo preciso.
La música de fondo resalta los momentos más dramáticos y épicos con bastante eficacia.
*****
En cuanto al argumento, en el capítulo anterior habíamos dejado a Zeppeli dispuesto a enfrentarse a su destino cuando entra en la sala donde Jonathan, atrapado por el cuello con unas cadenas, se ve forzado a combatir a Tarkus.Mientras se dirige a su rival, los recuerdos de Zeppeli le llevan al Tíbet, donde veinte años atrás, entrenaba con su maestro Tonpeti.
El anciano le recomienda que deje su entrenamiento; le advierte que si aprende la técnica final, se pondrá en marcha la profecía que le augura una muerte terrible. Pero Zeppeli no sólo no renuncia a continuar su aprendizaje, si no que le pide a Tompeti que le desvele la profecía.
Ahora, en la sala donde la vida de Jonathan corre peligro, Zeppeli sabe que el mometo que su maestro le predijo ha llegado.
Y a pesar de sus esfuerzos y su dominio de la "hamon", Zeppeli es derrotado de manera brutal por Tarkus en un ataque doble que deja también moribundo a Jonathan ante la mirada aterrada de Speedwagon.
Zeppeli, mortalmente herido, hace un esfuerzo para ejecutar su técnica definitiva. Tomando la mano de Jojo, que yacía a su lado en el suelo, prácticamente muerto, le transmite con una explosión de luz, toda su energía vital.
El joven se levanta totalmente recuperado de sus heridas y con sus fuerzas multiplicadas.
Ante un Tarkus sorprendido, rompe las cadenas que le aprisionaban el cuello y destroza fácilmente a un enemigo que sólo unos minutos antes parecía invulnerable.
Y aquí llega el momento más duro del episodio.
Confieso que no he podido reprimir las lágrimas.
Zeppeli, horriblemente mutilado y envejecido tras haberle transferido su vitalidad a Jonathan, se despide de sus amigos, rogándoles que finalicen la labor que él no ha podido terminar: destruir la máscara de piedra y derrotar a Dio.
Jonathan, Speedwagon y Poko le rinden los últimos honores y se dirigen al pueblo, en búsqueda de Dio.
El vampiro ha transformado ya a buena parte de los habitantes del pueblo en siervos suyos.
Una de sus víctimas es una madre que ofrece su vida a cambio de la de su bebé si Dio promete no dañar al niño. Brando accede a las súplicas y no toca al pequeño, pero transforma en zombie a la madre, de modo que es ella misma, tras perder su humanidad, quien devora a su propio hijo.
Esta escena, que demuestra la hipocresía y la crueldad sin límites del vampiro, no es tan cruenta como en el manga, afortunadamente.
De camino al castillo donde se oculta Dio, los protagonistas se encuentran con un aldeano que resulta ser en realidad un zombie con una lengua monstruosa. Parece que Dio está jugando con sus víctimas, haciendo experimentos y fusiones con ellas y creando criaturas extrañas y letales.
Pero ahora que lleva consigo el legado de Zeppeli; su energía y sus conocimientos, Jonathan es mucho más poderoso y vence al monstruo con facilidad.
Tras el breve enfrentamiento con el zombie, Jonathan, Poko y Speedwagon vuelven a toparse con alguien. Pero esta vez, para variar, se trata de aliados.
Zeppeli, pensando que necesitaría refuerzos, había escrito a su maestro Tompeti y a sus antiguos condiscípulos, Dire y Straits.
Ahora están aquí dispuestos a ayudar a Jojo.
Al final del capítulo, mientras suenan los primeros acordes del ending, vemos a Dio rodeado de sus monstruos y a su nueva prisionera, la hermanita de Poko.
***********
Sin duda nos encontramos ya en la recta final de Phantom Blood. A punto de comenzar el quinto y último tomo, no preveo más de tres episodios para concluir esta primera parte de la saga.
Encantado con el episodio 7 y en un recopilado de noticias, Taku Iwasaki compondrá la banda sonora para Battle Tendency y así mismo, este arco arrancará en el episodio 10.
ResponderEliminarTambién me tomé la molestia de encontrar una imagen límpia y en calidad decente de la imágen promocional de esta grandiosa saga.
click
Gracias por la aportación. Ya contaba con el dato musical y la imagen, pero te agradezco mucho tu colaboración. No los he publicado aún para no mezclar noticias ni saturar con más imágenes, pero lo haré en mi próximo post.
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